sábado, 28 de septiembre de 2013

Pésimo padre hijo de pésimos padres

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Así es, idiota. Hijo de pésimos padres, que consideraron (y que, en su alelamiento, seguramente siguen considerando) que lo único importante para sus retoños era que tuvieran asegurado su bienestar material. 

Y atención a lo que he dicho, "que lo único importante...", siendo ese "único" la clave del error del planteamiento general hacia los hijos e hijas que tuvieron mi ex-hermano, un materialista total, y tu madre, de quien ya hablé con anterioridad

Por supuesto que, de cara a la galería o en posibles discusiones generales sobre el tema, ellos apostaban por otros factores importantes, evidentes, como es el de que reciban el debido y merecido afecto, la dedicación de tiempo personal a estar con elllos, y otras muchas cosas. ¿El problema? Pues que, salvo en lo referente a ese bienestar material, en el resto de cuestiones, absorbidas la totalidad de sus energías y tiempo en satisfaccer esa primera cuestión, la realidad es que todas esas otras proclamas sobre el afecto, compartir el tiempo y demás se quedaban en eso, en proclamas vacías de cara a los hechos reales. 

Bien, pero, ¿qué otra cosa cabía esperar de ese par de enfermos del trabajo, auténtica razón esencial de su vivir? ¡Pues no venía bien ni nada, eso de tener tantos hijos, y tan seguidos, a la hora de tener el curro asegurado sólo con prestarles las atenciones básicas imprescindibles! 

El resultado, para qué te lo voy a explicar a ti: queriendo huir del fallo básico de la familia de tus abuelos de Zamora, tus estúpidos padres no hicieron sino seguir, uno por uno, los mismos errores restantes: desresponsabilización de las "querellas intenas" entre sus hijos e hijas; establecimiento, entre los y las menores, de sistemas dictatoriales de interrelaciones, mal ambiente general, y en fin, el núcleo familiar convertido en un recipiente de temores, odios y rencores, totalmente opuestos a las deseables paz y armonía. 

Así que, ¿qué cabía esperar de ti, sino tres cuartos de lo mismo? Vale que tú, aparte del bienestar material en sí, te preocupas por algunos aspectos más, como el de dedicar algo de tiempo a ella y él, y que ello no sea un "trabajo" para ti, por lo que lo de hacerles la comida, bañarlos, vestirlos, y demás de esa línea, no cuentan, ya que nos estamos refiriendo a aquellas circunstancias en las que realmente tenías y tienes la opción de poder estar más tiempo con ellos, haciendo nada o jugando directamente a lo que sea... 

... Pero no. Los niños están bien, y te los quieres un montón, claro (¿conocen a algún padre o alguna madre que diga lo contrario?) Ahora, eso sí, tus viajecitos diarios por capricho, con los correspondientes e importantes consumos de energía y de tiempo, no te los iba a quitar nadie. 

¿Y qué decir de la cuestión del blog, blog, blog,blog,blog, tu segunda preocupación en esta vida tras la de tu propia supervivencia? Pero, vamos a ver, gilipollas: con lo trabajoso que es poder llevar adelante, y hacer crecer, un blog, en lo que a audicencia y lectorado se refiere: ¿tú te crees que una persona con dos hijos menores de diez años puede, realmente, tener tiempo para poder sacar adelante con éxito esa andrómina internét-ica? Imposible. 

Imposible, pues imposible es ya aunque solamente se tenga un hijo en esas edades, ya que un padre de verdad, excepto el tiempo estricto imprescindible dedicado al curro y al desplazamiento, el resto del tiempo, en principio, debe de estar a disposición de su descendencia si son todavía muy niños o niñas. 

Sí, se puede llevar un blog: pero siempre de una forma muy, muy irregular, y manifiestamente mejorable si se dispusiera de más tiempo. En cambio, todos y todas sabemos que el blog, blog, blogblogblog es casi perfecto, y de un nivelazo y perfección asombrosos, conseguidos a base de muchas horas de esfuerzo. 

Así, además, esos viajecitos diarios en tren o AVE de Figueres a Bcn y vuelta pasaron a venirte de perillas como la excusa perfecta para tener tiempo para el blog, blog, blogblogblog, al tiempo que te permitía rellenar unas horas del día con trabajo para así satisfaccer un poco más tu anhelo por trabajar, trabajar y trabajar, una de las facetas de tu enfermedad mental, y heredada, sin duda, del modelo de tus padres. 

¿Porque cuál, si no esa adicción al trabajo, es el gran motivo para, desde hace años, no haber encontrado una solución para poder compartir de verdad más tiempo con tus hijos? Pero, claro, ¿estar tiempo con ellos, es decir, no trabajar? ¡"Horror, Horror, no trabajar"!...!!!... No, mejor el blog y los viajecitos, ¿verdad? 

En cuanto a que, con razonable fluidez y frecuencia, puedan llegar a conocer a, o se puedan relacionar con, el drogadicto pederasta de su tío abuelo, de eso ya sí que nada que nada, no sea que malacostumbre a los niños a un verdaderro afecto de verdad, y como tú lo que quieres (y conseguirás, por vías retorcidas) es matarme, se vayan a sentir muy infelices el día en que, por defunción, les abandonara. 

Pero, je, je, tarde o temprano, te pedirán cuentas por tus acciones, y ellos me vengarán, aunque nunca me conozcan ni aun sepan de mi existencia, y aunque ignoren que me estarán rehabilitando. 

Un adicto al trabajo con complejo mesiánico crashoilero redentor, o de eso te revistes. Normal que no puedas ser muy buen padre. 



ET & forrest eladio gump. 

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